Legalmente, con indicaciones tardías y complicadas de las autoridades electorales, obedeciendo a las sanitarias, este domingo 3 de mayo, día de la Santa Cruz y festejo de albañiles y Arquitectos, inició la “Cruz” de muchos ciudadanos y de bastantes candidatos: Arrancaron las campañas para Diputado federal.
Para los que no tienen experiencia en esta lid, seguramente les habrá dado muchos problemas tratar de generar un discurso convincente y penetrante. Y más cuando quiere convencernos: “Si soy del distrito”; “Aquí nací”; “Siempre he estado atento y trabajando por mi distrito”,… cuando pocos lo conocen.
Tal vez hasta piense que ha descubierto el hilo negro con su mensaje pues la gente le dice lo que quiere oír, por ejemplo, ¡Eres el mejor! ¡Tu si sabes!
Para los que ya han contendido, saben el reto de poder enganchar al ciudadano con unas cuantas palabras; y enseguida sienten esa conexión, agarrando caminito por ahí.
Pero, amigas y amigos candidatos, ¿Se han preguntado lo incrédulos que somos lo ciudadanos? ¿Lo difícil que ha sido – en los últimos años- y lo que será conquistar a la sociedad?
A eso hay que sumarle el fantasma de la Pandemia de Influenza que nos ha mantenido encerrados, temerosos y, además de inquietos, desconfiados. Muchos me preguntan ¿Qué hay detrás de este evento?
¡No lo sé! Lo que si sé es que hay que extremar precauciones y estar atentos a los sucesos políticos para ver que conexiones vamos encontrando entre una y otra cosa. Si, porque un asunto es que exista el virus y otro que los políticos lo aprovechen para jalar agua para su molino.
La incertidumbre que genera la influenza es, específicamente, el ingrediente más inesperado: Actividades públicas de los diferentes órdenes de gobierno funcionando irregularmente; Escuelas cerradas, con cancelación de actividades académicas, paralelamente a las actividades deportivas, sociales y culturales; muchos establecimientos comerciales y de servicios cerrados; y las recomendaciones de no ir a actos masivos, que trastocan la mecánica ordinaria y común de este tipo de campañas.
Y algo más grave aún-políticamente hablando- contra lo que hay que luchar: Los más bajos niveles de interés de la ciudadanía en la Política (menos del 10% están interesados), las campañas a diputado y el voto, cuando deberíamos haber aprendido la lección del valor de nuestro sufragio.
Aquí baste señalar que, a nivel nacional, el porcentaje de ciudadanos que no votaría por algún partido, prácticamente anda en los mismos rangos de 25 a 30%, con excepciones de 4 o 5 puntos que pueden cambiar con los indecisos, pero refleja claramente la antipatía de los mexicanos a todos los partidos.
Algo que debemos observar son las tendencias nacionales, las estatales –como el caso de Veracruz- y las tendencias de cada distrito en cuanto al proceso electoral, su conocimiento y las percepciones ciudadanas.
Lo digo porque no se arrojan resultados tan consistentes.
Por ejemplo, según una encuesta de Mitofsky, cuando a la gente se le pregunta si sabe cuando serán las elecciones, el promedio de ciudadanos del país que dice que son el 5 de julio, llega al 66.5%; En el estado de Veracruz cae brutalmente a tan sólo el 44.6%. ¡20 puntos menos que el nacional!
Claro, a 60 días de las elecciones todavía hay tiempo de que la gente se entere; Si la crisis de la influenza no sigue abarrotando los noticieros y los comentarios día a día.
La presencia de los partidos políticos, independientemente de sus candidatos, es otra inconsistencia muy marcada entre Veracruz y el País. Por ejemplo, en el estado de Veracruz las tres fuerzas más importantes son PRI, PAN y CONVERGENCIA, reforzándose en ciertos distritos en donde los partidos han hecho más trabajo. Por supuesto hay distritos en donde aparece el PRD.
Donde no hay inconsistencia entre lo Nacional (33.2%) y Estatal (31.6%) es que una tercera parte de la población se manifiesta independiente de los partidos. Es decir, son el núcleo al que deben apuntar los candidatos y convencer, ya que ese porcentaje significa más de los que si tienen preferencias, ya que todos los partidos están muy por debajo en este rubro, que los aún no tienen preferencia por ningún partido.
Pues, así comenzaron los candidatos: Con estas cifras nada alentadoras y un entorno muy contaminado ya, no sólo en la seguridad, en lo social y en lo político, sino también en el tema de la salud.
¡Vaya tarea que tienen los candidatos! Convencer a una ciudadanía cansada, fastidiada y temerosa de la Pandemia.
¡Y vaya compromiso que tenemos los ciudadanos! Cumplir con la responsabilidad que nos da el derecho a elegir.
Espero que seamos los ciudadanos los que le demos la vuelta a la hoja y generemos un movimiento político-social que transforme México.
Oír, entender, cuestionar y Votar. ¡Así nomás! A ejercer el V.I.C.E.P…
¡Arrancamos!
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