miércoles, 14 de octubre de 2009
¿OFFSIDE?
El Sábado pasado el Capitán del equipo Mexicano, Felipe Calderón, sacó de la jugada, justo cuando México ganaba 4-1 a El Salvador, a la Compañía LUZ Y FUERZA DEL CENTRO, y de aire sacudió al líder, ya en la banca, Martín esparza.
No cabe duda que Calderón entró de frente y con todo, con un zambombazo, a diferencia de su discurso sobre la Ley de Ingresos, que fue un tirititito miedoso y que resultó un pase lateral al “defensa-delantero”, Agustin Cartens, quien gritaba “Nos vamos al mundial, nos vamos al mundial…”, según él.
Pasando al segundo tiempo, el Presidente actuó; detuvo el golpe con el pecho y dijo a los mexicanos que ya estuvo suave, que no se van a reír de nosotros en nuestra propia cancha y, además de buscar quedar con una imagen de un directivo fuerte –como no veíamos desde Salinas, y no es que le alabe- también hay que ver si estos resultados son oportunos y que costo tendrán en las próximas jugadas.
Por ejemplo, en la cancha Social, tener más de 44,000 familias en la banca, nos pone a temblar de incertidumbre, tanto como a ellos, pues las ofertas y promesas del repechaje no se cumplen de manera responsable y comprometida la mayoría de las veces.
Las reservas que entraron al coso de LYFC son apenas 3,500 empleados del equipo Verde de CFE, del que se rumoraba, al inicio de la administración, que eran muy cargados, rudos y que no garantizaban el éxito. Bueno, se decía que no llevaban la camiseta puesta, ya que la empresa era ineficaz y no podría cubrir los espacios que le demandaban los mexicanos de cantidad y precio en Energía. Bueno, el gobierno los desprestigiaba… y ahora los alaba, pues dicen que después de la tarjeta amarilla que les sacaron, ahora los cobros en taquilla ya no serán inflados en la reventa de energía.
Todos los Sindicatos –no sólo el SME- aunque con cautela y, rezagados juegan a la defensiva, pues se sienten agredidos por la alineación central del país, incluidos el secretario del Trabajo y el propio Cartens; y pueden reaccionar con enjundia con los tacos al frente y provocar jugadas sucias. De hecho, ya los tachan de sucios porque, si bien el cuadro de SME no es el más grande ni fuerte, si es el más calado desde 1914 que se creó en el ámbito industrial. Y eso tiene su fondo.
Fondo que en lo económico se pregunta, de ¿donde saldrán los trallazos que servirán para cubrir los huecos fiscales que requiere la liquidación de todo ese equipo? ¿No se supone que no se juntó suficiente dinero en las taquillas?
Y, ya entrado en la cancha de lo político, los partidos representados en el congreso, ni tardos ni perezosos sacaron a sus mejores hombres a señalar por qué no están de acuerdo con el procedimiento, ni con la forma, ni con la oportunidad. Hay que recordar que en el reglamento, los diputados son los que disparan esos tiros de reasignación de recursos.
El Capi Calderón ya se reunió con el tricolor (no de los mexicanos) y dijo que está dispuesto a reunirse con todos los equipos que quedaron en la liguilla. Aquí habrá jaloneos.
El equipo azul grana lo respalda a totalidad y las águilas junto con los amarillos mencionan que no se vale hacer ese tipo de jugadas, con jaloneo y codazo, en contra del propio reglamento general.
Pero además, el capitán del equipo Nacional, en su discurso, aprovechó a refrendar que “todo lo hace para ayudar a los pobres” y esta jugada no era la adecuada para tirar ese chanfle que puede costarle en lo político.
¡Mucha tinta correrá en este encuentro que se fue a tiempos extras! Los resultados finales aún no se pueden predecir.
Y dicen que el Capi Calderón estuvo en offside, y que aún falta para que resuelva la jugada crucial como realmente se requiere: Sin cochupos, ni patadas en las espinillas.
Por esa razón muchos piensan que fue una finta, para dar un giro al esférico y cubrir a Cartens –si esto fuera posible- quien se va por la banda extrema con su reforma a la Ley de Ingresos.
Esperemos que todo salga como México requiere para gritar: “Nos vamos al MUNDIAL… de la Competitividad”, sin las redes perforadas y el equipo en pleno, sano y satisfecho.
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