domingo, 22 de noviembre de 2009
¿EL HOMBRE O EL PROYECTO?
En el año 2000 –hace casi 10 años- México entró en la alternancia.
Por primera vez, después de 70 años de “continuidad”, el PRI entregó las riendas del país a un hombre que representaba a otro partido: Acción Nacional.
No cabe duda que se ganó la presidencia, y queda ya escrito como todo un acontecimiento histórico. Lo que le siguió, también es parte de nuestra historia.
La confianza y la alegría se desbordaron, más en aquellas personas que estaban cansadas del sistema PRI. La maquinaria estaba ya muy desgastada y, lo que había motivando el nacimiento de ese partido, estaba siendo también la causa de su desmoronamiento: Los grupos de poder que, en lugar de unirse, entraron en un franco enfrentamiento que les llevó a perder el poder.
Si, muchos miembros distinguidos del partido en el poder también apoyaron la transición hacia otros derroteros, cansados o agraviados por el sistema.
Y, cual redentor –al menos para los mexicanos mas desesperanzados- emergió la figura de un hombre corpulento, de apariencia grata para las mujeres, con proyección de ser un hombre franco, directo, humilde, asertivo,… generado, en mucho, por el manejo de imagen de un exitoso ranchero mexicano.
Es decir: Para muchos (y muchas)… ¡Ese era el Hombre!
Si nos remontamos al 2006 – apenas hace 3 años- un hombre muy controvertido, inclusive dentro de su propio partido, presentó un proyecto y, aunque su legitimidad está en duda para un alto porcentaje de mexicanos, esa propuesta es la que México quería –y sigue queriendo- que consistía en la creación de más empleos, menor delincuencia, más educación, menos desigualdad, más salud, menos corrupción…
No cabe duda: ¡Ese es el Proyecto! ¡Sigue siendo el proyecto!
Pero, recordemos: En las postrimerías de los 80´s e inicio de los 90´s, México vivió cambios estructurales de a de veras; no los que ahora se proponen.
Nos alistamos para entrar al primer mundo, a una velocidad inusitada. Éramos vistos como una gran nación, nacida para estar en lo más alto de las economías emergentes.
La debilidad humana de la clase en el poder hicieron su perversa tarea, manifestándose en megalomanías que echaron por la borda todo lo que podría ser bueno, Eso nos llevó a una de las crisis más profundas que hemos vivido.
Y se llegó a decir: ¡Este es el Hombre y el Proyecto!
Y digo Hombre, aunque bien puede- por supuesto- ser la Mujer.
Como se aprecia no estoy dando mi veredicto para ninguno de los sexenios. Eso te lo dejo a ti.
Son sólo 3 casos de la vida pública. Esto se repite en las vidas privadas de las familias, las empresas, las Universidades,… y cualquier actividad.
Se acerca ahora el 2010. Un año que termina con dos dígitos paradigmáticos para México, ya que es el bicentenario de la Independencia y el centenario de la Revolución.
Tenemos cambios- como todos los años- de Gobiernos estatales, Congresos locales y Presidencias municipales, en varios estados del País.
Y ¿Qué va a suceder?
Pues mira, creo que lo mismo que ha sucedido desde hace muchos años… si no pones atención a los dos elementos: El Hombre y el Proyecto.
Lo que sí te puedo recomendar es que primero valores los proyectos que te presenten.
No vayas a salir con la típica que no sabes lo que propone cada candidato, si cuando te invitan a la presentación de sus proyectos no te tomas la molestia de asistir porque: ”Tengo otras ocupaciones”, “no es de mi partido”, “no me gusta su propuesta” (¡Si no la ha presentado!), “no se sabe vestir”, “fui su vecino y se peleaba con todos los de la cuadra cuando éramos chicos”... Y así por el estilo.
Asistir a escuchar propuestas no te quita nada y si te puede generar dos oportunidades:
-Conocer más a tu municipio, estado o país, al tiempo que aprecias las ideas sustentadas de cómo se puede lograr algo más y mejor para su desarrollo y,
- También saber que tanto conoce tu municipio, estado o país el Hombre –o la Mujer- para poder superar sus rezagos y aprovechar sus fortalezas.
Si. Te propongo conocer todos los proyectos. Te propongo conocer a todos los candidatos. Te propongo analizar cuál es el mejor proyecto y cuál es el mejor candidato para lograrlo.
Aquí inicia tu tarea ciudadana. No esperes más. Tómate tu tiempo.
¡No vaya a ser que te lo vuelvan a robar otros sexenios más!
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario