MI RESPONSABILIDAD SOCIAL

Al iniciar el 2008, muchas revistas, periódicos y medios de información presentaban reportajes que nos hablaban de que este año muchos empresarios y líderes mundiales transformarían su vida para dar paso al concepto de empresas o empresarios SOCIALMENTE RESPONSABLES.

Y no se equivocaban. Si bien esto sucedía con Bill Gates, fundador de Microsoft – quien renunció a la presidencia de la compañía y creó una fundación multimillonaria, en dólares, para el beneficio colectivo - también en México se notaba la intención de Carlos Slim por transformar su imagen.

Además de su Fundación, en muchos correos por Internet estuvieron circulando planteamientos del mexicano más rico del mundo, con el significado del “Éxito”.

Y, aunque ya habían existido esfuerzos intermitentes, muchos artistas enfocaron su trabajo en realizar conciertos y eventos de caridad o por la Paz.

A niveles regionales, empresarios iniciaron campañas altruistas que los posicionan como personas comprometidas con su comunidad.

Los Políticos lo hacen también intermitentemente y, vemos como algunos intensifican su presencia en “su ciudad”, de la cual nunca se ocuparon, realizando acciones de beneficio social que les son importantes para sus fines con miras al 2009, 2010, 2012,…

Por supuesto, no les creemos: Me refiero que, ni a todos los empresarios, ni a todos los artistas, mucho menos a todos los políticos… Es que muchos usan ese Traje para obtener otro tipo de ventajas e, insisto, sólo lo realizan en épocas donde el beneficio que reciben puede ser mayor.

Nosotros, como ciudadanos que somos, tenemos también una Responsabilidad Social. Esta existe desde que el ser humano se reúne en sociedad para enfrentar los retos de la vida en lo económico, en la seguridad, en la desgracia…

Claro que cada quien sabe medir su compromiso en función de lo que, un poco por destino, otro poco por su gran esfuerzo, otro poco por sus creencias o por su educación, ha recibido de la propia vida, de la sociedad en la que se mueve.

Lo curioso es que, muchas veces, quienes menos tienen, son los que más compromiso social demuestran.

Para alguien que desee tener un proyecto serio de Responsabilidad Social, aquí incluyo unas reflexiones que obtuve, y que deseo compartir:

1. Busca que tus proyectos y el éxito de tu proyecto contribuyan, al mismo tiempo, al bienestar de la sociedad en general y de tu comunidad.

2. Considera las necesidades de tu entorno social a la hora de planear tus actividades anuales y colaborar en su solución.

3. Haz públicos tus compromisos con tu comunidad y mide los logros alcanzados. Busca motivar a otros para que se sumen o tengan proyecto.

4. Vive conforme a esquemas de liderazgo participativo, solidario, de servicio y respetuoso de la dignidad humana, actuando con base a un código de ética.

5. Fomenta el desarrollo humano y profesional de tu comunidad laboral y de las familias de tus compañeros.

6. Apoya alguna causa social afín a la actividad que desarrolle la empresa en la que trabajas, como parte de la estrategia de tu trabajo.

7. Respeta, preserva y regenera el entorno ecológico en todas y cada uno de los procesos de la operación y las actividades que realices.

8. Invierte todo el tiempo y talento disponibles a favor de los grupos y comunidades en las que tiene influencia tu trabajo y tu vida, así como de las causas sociales que has decidido apoyar.

9. Participa en alianzas con las organizaciones de la sociedad civil y el gobierno, que permitan corresponsablemente contribuir al bien común y atender las necesidades sociales de mayor importancia.

10. Motiva y apoya a tus compañeros o al personal a tu cargo, así como clientes y proveedores para que participen en los programas de desarrollo social.

Estas acciones son válidas tanto para una empresa, como para un empleado de una compañía o un ciudadano que puede tener influencia en los demás.

Es cierto: Muchos pensamos y creemos que “nunca la mano derecha sepa lo que hace tu mano izquierda”, pero en la medida que se muestren los casos de éxito en la RESPONSABILIDAD SOCIAL y se observe lo fácil que puede ser tener un programa de compromiso con tu comunidad, en esa medida muchas personas más decidirán poner su esfuerzo y tener su propio programa.

Por cierto, que en estos momentos difíciles para México, mucho nos lo dice e indica: Necesitamos incrementar nuestro esfuerzo por una vida mejor… ¡Pero para todos!