¡NO TE DEJES LLEVAR!

De manera regular, el Gobierno Federal viene realizando encuestas que le sirven para evaluar las percepciones de los ciudadanos sobre variados temas.

Estoy seguro que los gobiernos estatales realizan encuestas que les retroalimentan sobre lo bueno y lo malo que ven los ciudadanos, pero también –al igual que el gobierno federal- les da la oportunidad de saber las preferencias de la ciudadanía con respecto a las próximas elecciones.

La más reciente encuesta realizada por la Secretaría de Gobernación de la administración Calderonista sobre la percepción que tenemos los ciudadanos sobre la Política, nos dice:
a) La gente coloca a los partidos políticos en México, en un ridículo 4% de confianza. No es extraño, ¿Verdad?
b) Por otro lado, y en contraste, hay un 66% de ciudadanos que creen –fíjate nomás- que las elecciones en México… ¡No son limpias! Tu ¿Qué crees?
c) La misma encuesta marca lo VERDADERAMENTE TRISTE: Que sólo un 9%, ¡ni siquiera un 10%!, de la población está interesado en la Política.

Y te digo: ¡No te dejes llevar!
No quiero ni siquiera que consideres que desconfío de los datos de la encuesta pues son congruentes con la intensa labor de 3 entes, principalmente:

1.- Los medios que consideramos “amarillistas” que sabemos todos, que viven de la noticia espectacular, muy alejada de su compromiso de objetividad y veracidad.

Si. Aquellos medios que TODO descalifican y no reconocen las cosas buenas de la sociedad. Que le dan una imagen de podredumbre a todo lo que acontece en nuestro planeta. Así es: ¡Todo está mal!, dicen con cinismo, cuando a ellos les interesa que esté mal porque así venden más.

2.- Los Políticos corruptos que si son objetivo y veraz reflejo vivo de esos titulares, pero hay que reconocer que ni son todos, y que si hay gente que trabaja por la sociedad.

No los libramos de su responsabilidad porque, como ya sabemos, ofrecen cosas que no pueden, y a veces, ni quieren cumplir, con tal de estar en las sillas del poder; y

3.- Los Partidos políticos, a los que se les olvida el ciudadano cuando no es época electoral, a pesar de que tienen un compromiso inexorable con la democracia, los valores del país, la capacitación y una canal para proponer a las mejores personas para representarlos, tomando en cuenta a la ciudadanía en esas alternativas.

Lamentablemente, la mayoría de los partidos están como aves de rapiña sólo para simular preocupación por las prioridades ciudadanas y así poder atrapar votos. Lo digo con toda honestidad, ¡No te dejes llevar!

Sí, ya se que tienes un concepto muy marcado de la política pero, ¿no es una percepción universal? ¿No has visto reflejado en noticias de todos los países del mundo el mismo concepto que tú tienes?

¡Está claro! En la vida pública, generalmente, se destaca lo malo y eso hace que nosotros, los ciudadanos, los que declaramos que la Política es sucia, que la Política nos da asco,… con esa actitud nos mantenemos y nos convencemos que así es. Y el mensaje que erróneamente enviamos, cuando no todo es igual, es: ¿Para que votar si todos son así?

¡Por Dios! Los que gobiernan manejan nuestros recursos. Es decir, asignan el dinero que pagamos de impuestos y los derechos a las obras o a las actividades que ellos ven como prioritarias. O sea, Gastan o Invierten.

Ellos deciden nuestro modelo de país, pues realizan un PLAN DE DESARROLLO en el que muchas veces ni en cuenta nos toman, o, hasta nos dan “atole con el dedo” haciendo sondeos sólo para decidir sobre lo que les conviene, y dirigen nuestras vidas en muchos sentidos,…, aun así ¿Te vas a despreocupar que queden quienes los demás quieran?

¡No seas uno más de ese 91% que no le interesa la Política!

Ya lo hemos dicho aquí:
La Política es una herramienta para la búsqueda del bien común y, por tanto, los que estén ahí deben ser personas comprometidas- pero realmente comprometidas- con ese bien común.

Si tú no votas, estás dejando pasar la oportunidad de exigirle a un representante popular que cumpla con la palabra empeñada.

Tu debes conocer mejor a los candidatos; es una obligación cívica, y un derecho, exigirles y manifestarte directamente siempre que tengas oportunidad y, el mero día, el de las votaciones, salir a votar por quien te convenció. A quien ves más preparado, comprometido y tiene más congruencia entre lo que siente, piensa, dice y actúa.

No hacerlo es generar que sigamos teniendo partidos, gobiernos, funcionarios públicos y legisladores poco dignos de confianza que, como mucho se dice, hacen que nosotros tengamos lo que nos merecemos. Lo que hemos decidido al dejar que otros elijan por nosotros.